Hoy día 5 de agosto de 2011, nos hemos levantado a las 10:00. Hay que matizar ya que hablamos hoy de Chania, que se puede escribir, Xania o también La Canea. Aunque la gente de aquí lo pronuncia "Jañá". Hemos bajado a preguntar a Constantino, el dueño de los estudios si conocía algún Rent a Car cercano. Nos ha recomendado 3 o 4 y nos ha invitado a un café. Hemos ido al Rent a Car Frini, en la playa de Nea Chora (29-30 Akti Papanikoli str). Nos han atendido muy bien y hemos conseguido alquilar un Fiat Punto, tres días por 110 €, sin limitación de kilometraje y con seguro a todo riesgo. No está nada mal teniendo en cuenta de los precios de Rent a Car habituales (Avis, Europcar, Hertz,...)
Luego hemos ido por el paseo marítimo hasta el casco viejo. Allí hemos hecho fotos al faro y a la mezquita de los jenizaros. El puerto viejo está abarrotado de terrazas, restaurantes y tiendas. Muy turístico. Luego nos henos dirgido al Mercado Central, lugar muy pintoresco, lleno de gente también. Se vendía lo típico en estos casos, pescado, carne, pan, quesos, aceitunas (aquí tienen muchas variedades). En el mercado nos hemos tomado un par de frappés.
Al volver al estudio por la calle Senou, hemos visto un Carrefour y hemos entrado a comprar cosas para mañana, ya que tenemos previsto ir a la playa de Elafonisi, dicen que es de las más bonitas del mundo. A ver que nos encontramos.
Antes de ir a la playa de Nea Chora a descansar y disfrutar hemos comido dos menús Souvlaki con patatas y Coca Cola en el Gyros Ninos, en la calle Selinou por 10,80 €, una excelente opción. Después a la playa: dos tumbonas y sombrilla 5 €. Es una playa tranquila, tiene bandera azul, y un montón de restaurantes y sitios para comprar. No la hemos encontrado muy concurrida, a pesar de ser céntrica.
Después de ducharnos y estar un rato en el estudio hemos salido por el casco viejo y hemos cenado en la Taberna "Faca" en el Antiguo Puerto Veneciano, vas andando por el paseo marítimo, pasas la mezquita, sigues andando, verás un bar de copas llamado "Boca". Unos metros más y a mano derecha sale una calle. Al fondo, entre unos árboles y esquinado está la maravillosa terraza de esta taberna con música en directo. Un lugar tranquilo en comparación al bullicio de los restaurantes situados a lo largo del borde del puerto. Cenamos una melitzanosalata (ensalada de berenjena, con pimientos, cebolla y nueces, en trozos muy pequeños), unas dólmades (hojas de parra estofadas rellenas de arroz), unas chuletas de cordero, una mousaká de carne, dos cestas de pan, agua, un yogur griego con miel y un pastel de queso por 37,40 €. Además nos invitaron (a todo el mundo en general) a un licor de ouzo acompañado con cuadraditos de sandía y melón.
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